Pensada para una pareja joven que encuentra belleza en lo cotidiano, esta cocina combina diseño, funcionalidad y calidez en un espacio que se disfruta a todas horas. Es contemporánea, pero cercana; elegante, sin dejar de ser acogedora.
Los porcelanatos de alta gama de Gilsa, con acabados tipo mármol, visten muros y pisos con una sutileza que realza la luz y aporta armonía visual. La encimera de mármol auténtico añade un toque de carácter, haciendo del día a día algo especial sin esfuerzo.
La iluminación natural baña el espacio, mientras la luz puntual enmarca los detalles y crea atmósferas íntimas y vivas. Es un lugar para cocinar a dos manos, compartir una copa de vino o simplemente dejar que la vida fluya.